jueves, 19 de enero de 2012

WANDERLUST AUDIOVISUAL Y DIDÁCTICO EN 720p

Human Planet, 2011 (BBC)              TRAILER


Algunas series podrían ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por su aportación informativa y documental, y su contribución a la inspiración necesaria de miles de seres humanos que descubren con asombro la capacidad de adaptación de sus congéneres y recuerdan que, detrás de estos barrizales mediático-urbanos, descansa una belleza infinita que tendemos a olvidar con asiduidad. 


Desde Reino Unido nos llegó en 2011 una miniserie documental de 8 episodios (cincuenta minutos de duración) que aborda las relaciones entre el ser humano y la Naturaleza, explorando la forma en la que nos adaptamos a diferentes medios en condiciones extremas. Human Planet fue grabado a lo largo de tres años en cuarenta países. Su relato nos ofrece un recorrido a través de más de 70 historias en los lugares más recónditos del Planeta Tierra.

Narrada por la profunda y solemne voz de John Hurt (“Melancolía”, “Los Crímenes de Oxford”), cada capítulo se centra en un medio distinto para contarnos las extraordinarias historias de personas anónimas cuya convivencia con la Naturaleza es un desafío cotidiano:



Human Planet cuenta con numerosos valores añadidos que la convierten en un visionado imprescindible. Es la primera vez que la BBC usa a un profesional de la fotografía fija para producir imagen en movimiento. Timothy Allen consigue congelar momentos irrepetibles y proyecta imágenes bellísimas en una alta definición extrema e hipnótica

Además, la serie nos ofrece unos puntos de vista casi imposibles a través de cámaras de última generación colocadas en barcos, aviones, parapentes, tirolinas, animales, vehículos y un sinfín de objetos que permiten configurar un relato en constante movimiento y narrado a través de multitud de angulaciones exóticas para regalarnos una perspectiva privilegiada como pocas otras.


Tanto es así que, a menudo, sufrimos por la seguridad del equipo de realización ya que la peligrosidad de ciertas historias nos hace experimentar la grandeza de lo que estamos observando. La tensión del relato nos traslada hacía las profundidades marinas, el techo de las selvas o las entrañas del volcán, pero siempre centrándose en los seres humanos que tienen que habitar esos espacios para sobrevivir. La forma del relato acompaña a la espectacularidad del contenido con un despliegue de producción que nos hace cuestionarnos continuamente cómo habrán conseguido grabar esto de aquella manera.  

La BBC es consciente de la curiosidad que despierta esta prestidigitación técnica y nos regala, al final de cada capitulo, una sección de making of para completar nuestro conocimiento cinematográfico y explicarnos cómo se han adaptado ellos al medio para construir una épica que haga justicia al contenido. ‘Behind the Lens’ nos revela los secretos del rodaje, las complejidades de producción y la maña e inventiva con la que han afrontado el reto de contar todas estas historias.


Human Planet no es sólo un espectacular programa de televisión, podría utilizarse, sin lugar a dudas, como material didáctico para fomentar el respeto y la curiosidad por la Naturaleza, y concienciar del cambio climático al espectador sin hablar de él explícitamente. (También podría utilizarse como documento de auto-ayuda… y es que si la gente es capaz de llevar una vida saludable y feliz en condiciones tan extremas… ¿Cómo no vamos a poder nosotros con tantísimo confort?) 

Si con el último disco-proyecto multimedia de Bjork, Biophilia, un trabajo de 10 canciones en el que se reflexiona sobre las relaciones entre la naturaleza, la música y la tecnología, se ha creado un programa didáctico que ya está viajando a través de las escuelas de Islandia, y que lo hará en los próximos meses en las de Nueva York, imaginaros lo que se podría hacer con las ocho partes que conforman Human Planet.


Es más, si las enseñanzas prácticas y metafísicas de Salvador Raya están llegando a todos los rincones del globo terráqueo como revelaciones del conocimiento absoluto para el ciudadano universal y 2.0, la serie de la BBC se podría perfilar como la nueva Constitución que todo Ayuntamiento debería entregar a los ciudadanos cuando se hacen el carnet de identidad por primera vez. 

En cualquier caso, en escuelas o no, Human Planet es el gatillo de colores que dispara la curiosidad y despierta las inquietudes por conocer y saber. Más que una serie, se trata de un documento que deja de manifiesto la naturaleza del verdadero espíritu de superación y nos recuerda que hay que mirar al suelo con humildad y al cielo con alegría.

martes, 17 de enero de 2012

FOMENTAR INQUIETUDES ELEMENTALES


La enseñanza de cine en España es casi inexistente y poco accesible. A lo largo de nuestra educación elemental no recibimos ninguna formación intelectual que nos permita comprender la naturaleza del audiovisual o que nos ayude a forjar un espíritu crítico de cara a contenidos televisivos y multimedia. 


En consecuencia, nadie puede culpar a un adolescente por contribuir a que determinada programación sea líder de audiencia o a un adulto por no saber diferenciar entre un relato de calidad y una defecación en panorámico. No hay conocimiento, no hay referencias, no hay bagaje, no hay background y mucho peor que todo eso: no hay inquietudes. Por lo tanto, la demanda de conocimiento no existe y la exigencia de expectativas parece una extravagancia de locos y gente “rara”.

Los organismos públicos no velan por el fomento de la cultura y el conocimiento como motor de evolución y estabilidad de la sociedad. La expresión de “Estado del Bienestar” es una idea comodín que sólo pretende abarcar lo económico, como si la economía no mantuviera ningún tipo de relación con la educación, la cultura y la estimulación del intelecto. No ofreciendo el conocimiento desatan una relación en cadena que automáticamente noquea las inquietudes y la sed por saber más, lo que hace que nadie enseñe porque nadie aprende, y así hasta que la pescadilla está gorda como una nutria. 


En la recién publicada lista de las 150 mejores universidades del mundo no hay ni una sola española. Si hoy hablamos de crisis ya veremos que término nos inventamos para explicar lo que tendremos en nuestras ciudades en 2020. Con cada medida se intenta justificar una mediocridad que está estancada y que no incita a nada más que la conformidad de ideas y la depresión crónica. 

Un adolescente pasa por la Educación Primaria, Secundaria y el Bachillerato sin entrar en contacto con nociones básicas de Teoría del cine o Historia de los medios de comunicación españoles. Nombres como Saura, Erice o Buñuel se escapan a nuestro entendimiento del país en el que hemos nacido y quedan tristemente excluidos de nuestra identidad nacional. Si alguien quiere formarse ligeramente en materia audiovisual debe ser un valiente autodidacta. 


Nuestro sistema de Educación Pública no sólo vive de espaldas a la consideración del cine como materia de cultura y comunicación digna de enseñanza, sino que hace un uso poco frecuente de las proyecciones como vehículo de aprendizaje y complementación en la educación. 

Que estemos inmersos en la era de la información (o la desinformación, la era de la imagen, la era de los contenidos o lo que sea), y todavía no se esté preparando al estudiante medio para formar su capacidad de recepción y asimilación de cara a la cantidad de informaciones a las que va a estar expuesto es una incoherencia brutal. Si los organismos no exigen más nunca llegará el día en que los alumnos exijan más.


Afortunadamente aún tenemos algunas herramientas como Internet (¡y los libros!) que nos permiten ser autodidactas a través del texto, el sonido y la imagen, y nos permiten DESCARGAR series de televisión decentes que nos eviten SUFRIR los folletines epilépticos de algunas de las producciones de nuestra televisión pública. Y no, no estoy hablando de…